¿Te has parado a pensar en el impacto "real" que la financiación del vehículo que adquiriste ha tenido en tu economía familiar?.

Los bancos y las entidades crediticias comprenden a la perfección la psicología del consumidor, aprovechándose frecuentemente de ello para llevar a cabo prácticas usurarias al ofrecer la financiación para compra de vehículos al consumidor. 

Imagina que solicitas un préstamo de 15.000.-euros para comprar tu coche; después de 7 años, al pagar tu última cuota, descubres que has desembolsado entre 8.000 y 9.000.-euros de más junto con el capital amortizado, casi el 60% del importe del préstamo original.

Ciertamente, no estamos hablando de un escenario irreal o fantasioso, sino de una realidad que cae como una losa en el mercado de la financiación, y de la que son víctimas los consumidores. De hecho, podría haberte ocurrido a tí. Sin darte cuenta, podrías haber caído en una trampa de préstamos usurarios.

De la manera que te hemos descrito, mediante una estrategia astuta de ofrecer una financiación a largo plazo y cómodos plazos, el banco te presenta una imagen distorsionada de una financiación que, en realidad, es extremadamente costosa en comparación con los precios de mercado.

Además, aprovechando tu distracción, resulta usual imponer en el contrato uno seguro de impago, así como una comisión de apertura del préstamo, fraccionados de manera "cómoda", cuyos costos no son menores a 2.000.-euros y 500.-euros respectivamente.

En función del capital que te financiaron, podríamos estar hablando, en computo global, de que tengas derecho a que te reintegren cantidades superiores a los 6000.-euros. Puedes comprobarlo en la sentencia obtenida por PALOMAR ABOGADOS que te adjuntamos a este post.

Si tal cosa te ha ocurrido, ponte en contacto con PALOMAR ABOGADOS. Analizaremos tu caso sin compromiso y te ayudaremos a reclamar la totalidad de los intereses, el seguro y la comisión que abonaste por tu préstamo.